La Fe, la gracia inmerecida de Dios

Como dice la Biblia, es, pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Dos palabras describen nuestra fe: confianza y certeza. Estas dos cualidades necesitan un punto inicial y final seguros. Lo primero, es creer en el carácter de Dios: El dice quien dice ser que es. El final es creer en las promesas de Dios: El hará lo que dice.

Cuando creemos que Dios cumplirá sus promesas, a pesar de que aun no las vemos hechas realidad, mostramos una verdadera fe. La Biblia nos da muchos ejemplos de hombres y mujeres que vivieron por la Fe y como Dios dio respuesta a su fe. Parte de estas historias la podemos ver en Hebreos 11, que es el capitulo central sobre la FE.

Cuando nosotros necesitamos, deseamos o tenemos algunas dificultades en nuestras vidas, nosotros se lo pedimos a alguien que nos[justify] ayude o nos conteste, lo hacemos sabiendo que esa persona nos va a ayudar, a responder esas necesidades, tenemos fe que esa respuesta va a llegar. Para esta fe para con las personas que pensamos que nos pueden ayudar en nuestras vidas y en especial a Dios, tenemos que tener un ingredientes especial o cualidad en nuestras vidas, que es: saber esperar.